viernes, 9 de noviembre de 2012

La Justicia de USA aplica la excepción ministerial a un director de música de una congregación.

Hace un tiempo comentábamos el caso Hosanna-Tabor, donde la U.S. Supreme Court definió que la «excepción ministerial» se aplique también en las escuelas religiosas a los docentes. Recordemos que la excepción ministerial consiste en la regla judicial que desestima los casos de discriminación laboral presentados por los ministros religiosos contra sus empleadoras (iglesias, comunidades, congregaciones, etc.). 

Ahora, y haciendo uso de ese precedente, la Fifth Circuit Court of Appeals definió que dicha excepción ministerial se aplica también al director de música de una congregación, no obstante no estar ordenado al ministerio. Lo hizo en el caso "Philip E. Cannata v. Catholic Diocese of Austin and St. John Neumann Catholic Church", donde definió que no podía ser la Justicia quien determinara si el Sr. Cannata era o no un lay liturgical minister (un laico dedicado a tareas como la lectura litúrgica o la música). Esa definición corresponde a la Iglesia. 


De este modo, dejó de lado el clásico triple estándar que utilizaba para determinar cuando un empleado debía ser considerado un ministro: 1) que el empleado haya sido elegido para ocupar ese puesto atendiendo mayormente a un criterio religioso; 2) que el empleado haya sido capacitado y autorizado para realizar ceremonias religiosas; y 3) que el empleado estuviera dedicado a realizar tareas tradicionalmente consideradas religiosas, relacionadas con la fe. 


El fallo Hosanna-Tabor vino a dar por tierra con este estándar, al exigir un análisis de la totalidad de las circunstancias (y no sólo aplicar una fórmula rígida). Una de las primeras consecuencias de la ampliación del criterio realizado derivado de aquel fallo de la Supreme Court se puede ver ahora en la decisión del caso Cannata, que puede leerse (en inglés) aquí.

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