El término amarillismo se inventó en EEUU a fines de 1800: en la lucha por aumentar las ventas, los diarios comenzaron a magnificar las noticias, a incluir imágenes de dudoso gusto y a regodearse en las catástrofes. En definitiva, a privilegiar el impacto en los lectores antes que la verdad de los hechos.
Observo con preocupación una tendencia amarillista en aquellos que están preocupados por la libertad religiosa. Desde luego que se trata de una preocupación loable (¡si no pensara así, no estaría escribiendo un blog sobre el tema!). Pero eso no justifica cierta tendencia a sobredimensionar las malas noticias, especialmente coincidiendo con los problemas que enfrenta los miembros que tienen la misma convicción religiosa que el autor. Así, se habla livianamente de persecuciones, cacerías, masacres. Tristemente en ocasiones ocurren esas atrocidades, deben ser denunciadas y combatidas con todas las fuerzas. Pero igual que con el cuento de Pedrito y el lobo, las denuncias falsas o exageradas no hacen más que restarle importancia a las noticias verídicas.
Recientemente el sitio noticiacristiana.com publicó la noticia "Arabia Saudita aprueba pena de muerte para quienes contrabandeen biblias", que fue luego replicada por las redes sociales. Esa noticia, a su vez, proviene del sitio [en inglés] heartcrymissionary.com, en el que en la nota "Saudi Arabia Imposes Death Sentence for Bible Smuggling" claramente se expresa que no hay ninguna confirmación oficial acerca de esa novedad. Por el contrario, desde Arabia Saudita fuentes cristianas la desmienten.
No se puede hablar livianamente de algo tan grave como la pena de muerte. Tengo amigos que están yendo de misioneros para aquellas regiones, y sería oportuno tener noticias de lo que realmente está pasando allá. El objetivo en la defensa de la libertad religiosa no es generar alarma, sino conciencia. Colaboremos entre todos.
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